Puedes organizar bien tu viaje, estimar los kilómetros diarios, aproximarte con precisión a donde dormirás cada noche de tu travesía, incluso, puedes pagar tus estadías con tiempo, pero siempre, ¡Siempre! estaremos expuestos a los cambios en el camino.
Sea por errores de cálculo de tiempo, porque de tus 80 kilómetros diarios no sabías que 30 de esos eran en subida y te tomará tres horas más, o por condiciones meteorológicas, porque tu rueda trasera explotó, porque hay ladrones unos kilómetros adelante o por cualquier cosa que se nos escape de las manos, ten un «plan B».
Si no hay forma de ejecutar un plan B, improvisa. Nosotros, dispuestos a todo, a demás de las tiendas de dormir, los sleeping bag de 0°, siempre cargamos en la alforja cuerdas cortas y una hamaca o chinchorro deportivo. Ocupan menos espacio que un libro, lo puedes colocar en cualquier árbol o en la parte de atrás de una casa y te asegurán un descanso merecido.
¡No te cierres! Ábrete a las posibilidades del camino.
Excelente consejos. Tomados todos en cuenta para mimprimer viaje charallave-tucupita.